Nuestra sociedad funciona dispuesta en grupos que, de una u otra manera, le aportan orden al día a día. Nos organizamos por edades, por afinidades, por profesiones, por ideologías políticas, culturales o religiosas… y cada uno de esos grupos cuenta con su propio ideario interno y también con una serie de normas, explícitas o no, que regulan su comportamiento y lo que se espera de ellos.
Algunos de esos grupos, sin embargo, pueden ejercer mayor presión que otros sobre los individuos que los conforman, incluso marcando una serie de “requisitos” que pueden condicionar su comportamiento.
¿Has sentido alguna vez que no formabas parte de ningún grupo en particular?
¿Alguna vez has tenido mucho interés en formar parte de un grupo, pensando así que, por fin, te sentirías integrado? ¿Qué hubieras estado dispuesto a hacer en ese caso?
Esta es la experiencia de Tris, una chica desubicada, colocada en un grupo con el que no se identifica, deseosa de entrar en otro bien distinto, pero sobre todo obligada a tomar una decisión vital: o acceder a las condiciones del nuevo grupo, o convertirse para siempre en una “abandonada”.
¿Qué podemos trabajar con este audiovisual?
A continuación se presenta una actividad para realizar en grupo a partir de los vídeos planteados:
Las dos secuencias utilizadas pertenecen a la película “Divergente”, en la que se presenta un mundo futurista estructurado en cinco grupos bien definidos que marcan el desarrollo de todos los aspectos de la vida.
En la primera secuencia, Beatrice describe cómo funciona el mundo en el que vive: un mundo dividido en cinco facciones que garantizan el orden y el buen funcionamiento de la nación. Ella particularmente está incluida en una de las facciones, pero termina reconociendo que no sabe cuál es su sitio, algo con lo que probablemente pueden identificarse muchos adolescentes. Con esta secuencia podemos pedir a los chicos y a las chicas que identifiquen cuáles son las cinco facciones y sus características principales, para posteriormente poner en común sus conclusiones buscando paralelismos con nuestro mundo de hoy (de hecho, parte de ese paralelismo queda explicitado en la secuencia: Osadía corresponde al ejército, los vigilantes, los policías; Abnegación corresponde con aquellos que están al servicio del pueblo…)
Así vemos como los grupos representan nuestra pluralidad, el pensamiento diferenciado entre unos y otros, pero también nos clasifica, nos simplifica y nos homogeniza, teniendo además la clara facilidad de poder influir sobre los individuos que los componen.
En este sentido, será interesante buscar la coincidencia entre la experiencia de la protagonista, que forma parte de un grupo que no ha elegido, y su deseo de pertenecer a otro diferente, aunque no sabe a cuál todavía, y la de los propios adolescentes.
Si la situación de debate se presta a ello, podemos hablar sobre situaciones en las que los chicos y las chicas se hayan podido sentir desplazados dentro de un grupo y hayan tenido deseo de pertenecer a otro (qué han podido hacer para lograrlo).
A partir de aquí se introduce la segunda secuencia, orientada a la toma de decisiones, tan importante en lo que tiene que ver con nuestras elecciones de grupo y también en lo referente a nuestra participación en él. Para ello podemos lanzar las siguientes preguntas:
¿Significa participar en un grupo aceptar todo lo que pase en él?
¿Qué os parece lo que le sucede a Beatrice?
¿Cuáles eran sus verdaderas opciones? (Si salta, corre el riesgo de matarse, pero si no salta, se puede convertir en una “abandonada”).
¿Hubierais estado vosotros dispuestos a hacer lo mismo que ella en su lugar?
¿Existe la posibilidad de no participar en unas cosas y sí en otras dentro de un grupo?
¿Cómo consiguen algunos grupos que su funcionamiento sea tan parejo?
En este punto de la actividad, aprovechamos lo que sucede para entrar en Osadía para transmitir lo que a veces sucede también en la vida real, y no sólo en grupos extremos (bandas juveniles, por ejemplo) también en otro tipo de grupos, aparentemente menos radicales.
Podemos terminar la actividad considerando en voz alta qué les parece que algunos grupos, en ocasiones, impongan rituales de iniciación o de entrada a los mismos y cómo eso incide en la limitación de la singularidad del individuo, que a veces siente que no tiene verdadera opción a decidir. Puede ser interesante recordar el detalle final de la segunda secuencia, en que se ve claramente que Tris no ha hecho más que ser la primera de la larga lista de los que saltarán, ya que sólo hace falta que la situación sea lo suficientemente propicia para que todos, incluso los que pueden parecer más independientes, se lo planteen.
NOTA: En general la película al completo es interesante ya que refleja cómo se utilizan los grupos para poder controlar a los individuos siendo los “divergentes”, los que no están dispuestos a encajar en un solo grupo o a “conformarse”, los que suponen un verdadero peligro para el sistema.