En 1888, el gobierno francés encargó a Rodin la primera versión en mármol de El Beso y apareció por primera vez en el Salón de París en 1898. En total, Rodin produjo tres esculturas de mármol de gran tamaño de El Beso.
La escultura de Rodin representa el beso de dos amantes. El beso es en nuestra cultura la representación principal y más explicita del amor y del deseo. Además ambos amantes aparecen desnudos, como en gran parte de las esculturas de Rodin, lo cual añade sensualidad y erotismo a la escena. En El Beso, el hombre tiene sujeta a la mujer por la cadera mientras se apoya en la piedra, ella abraza su cuello. Esta configuración de la escena tiene también connotaciones culturales acerca de la posición del hombre y la mujer al respecto del amor.