A todos nos gusta divertirnos. El ocio y el tiempo libre se han convertido para muchas personas, no solo en algo importante, sino en algo prácticamente sagrado. Tanto las personas adultas como jóvenes valoran positivamente la necesidad de tener ese tiempo reservado para todo aquello que no tenga que ver con obligaciones o con aquello que menos nos gusta hacer, como trabajar o estudiar. Por esa razón, también cada vez es más visible la importancia que se le da a las actividades de tiempo libre y el sacrificio que a veces se acepta para poder tener determinado tipo de ocio.
En una escala de 0-10, ¿cómo de importante es para vosotros y vosotras el ocio y el tiempo libre?
¿Estaríais dispuestos a hacer grandes sacrificios para poder llevar a cabo una determinada actividad en ese tiempo libre?
¿Pensáis que la gente le da hoy su justa medida a la diversión y el tiempo libre o crees que quizá está sobrevalorado?
En la actividad que tienes ante ti en esta ocasión consideraremos algunas de estas cosas e intentaremos ponerlas en su justo lugar.
¿Qué podemos trabajar con este audiovisual?
Proponemos comenzar la actividad con una pequeña dinámica. Para ello vamos a repartir a cada cual un trozo de papel, tamaño A6, aproximadamente, en el que los chicos y chicas deben escribir, de manera anónima pero absolutamente honesta, las respuestas a las siguientes preguntas:
- ¿En qué cosas relacionadas con diversión estarías dispuesto a gastarte 500€?
- ¿Cuál es la decisión más estúpida que has tomado con tal de divertirte?
- ¿Qué tipos de diversión crees que deberías dejar y cuáles deberías potenciar actualmente?
El coordinador o coordinadora de la actividad debe insistir mucho en la necesidad de que las respuestas sean tomadas en serio y se escriban de manera honesta. De no ser así, no podrán extraerse conclusiones de peso a partir de los datos que se recojan en la siguiente fase de la dinámica.
En ella, la idea es que se pueda hacer una recogida de los papeles en una caja o bolsa opaca en la que se puedan mezclar bien y no se pueda identificar quién ha escrito qué. A partir de ese momento, se empiezan a leer en voz alta las respuestas, con cierta fluidez para que no sea cansado, intentando recoger aquello que más llame la atención en el encerado. Pueden ser contestaciones que se repiten con frecuencia, o simplemente elementos que llamen especialmente la atención y sobre los que se pueda volver posteriormente para sacar conclusiones sobre el tema que tratamos hoy.
Una vez terminadas de leer las diferentes respuestas de alumnos y alumnas, se pasa al visionado de la secuencia escogida. En ella tres chicas comentan acerca de diferentes formas en las que invertir su tiempo de diversión. La idea es, tras una primera aproximación más o menos superficial, comentar en gran grupo si hay alguna cosa que les ha llamado la atención y si ven relación con la dinámica inicial de la actividad.
Con el objetivo de hacer un “barrido” más o menos intensivo por el vídeo y la dinámica previa, proponemos abordar el contenido en los tres bloques siguientes:
- Lo que nos cuesta la diversión.
- La importancia de las decisiones relativas a nuestro ocio y tiempo libre.
- Diversión buena y diversión mala.
Lo que nos cuesta la diversión
En lo referente a este primer epígrafe, proponemos llamar la atención sobre lo importante que parece para la protagonista el haber podido conseguir las entradas en la reventa “cueste lo que cueste”. (Se la ve cruzando los dedos cuando está a punto de recibir la noticia de qué ha pasado con esas entradas y agobiada por si la respuesta fuera negativa.)
- ¿Os ha llamado la atención el precio de cada entrada? (500 dólares)
- ¿Os sorprende en alguna medida que esté dispuesta, no solo a pagar su entrada, sino a invitar a las dos amigas invirtiendo el dinero que le ha pagado su empresa para abonar una mudanza?
- ¿Qué os parecen los otros gastos de los que se acusa a otra de las protagonistas? (Pestañas postizas, p.e.)
- ¿Os llama la atención algún que otro “pago” aparte del económico que quizá tenga que hacer para poder conseguir esas entradas? (Les dicen que, para recoger las entradas, tienen que ir “sin tíos”, lo cual es más que sospechoso)
Secuencias como ésta y buena parte de las respuestas que se habrán recogido de la dinámica seguramente ponen de manifiesto cuán importante es para algunas personas la diversión (o la belleza, o cualquier otra cosa) hasta el punto de no escatimar en gastos cuantiosos con tal de obtener un cierto tipo de ocio.
Para algunos alumnos o alumnas en clase, por otro lado, quizá no haya sido fácil encontrar en qué estarían dispuestos a gastar esa cantidad de dinero, pero no porque no sea importante la diversión según su opinión, sino porque no tienen tan asociado ese concepto al gasto de dinero como condición para pasarlo bien. Eso sí, que la gente esté tan dispuesta a gastar “tanto en tan poco”, habla de la valoración que dan a esa actividad y al placer que les proporciona. ¿Qué opináis de esto? ¿Qué pensáis de una y otra manera de valorar la diversión?
La importancia de las decisiones relativas a nuestro ocio y tiempo libre
Toda nuestra vida se podría reducir, en un sentido, a una consecución de decisiones que vamos tomando en diferentes ámbitos. El del tiempo libre no es diferente. Escogemos y decidimos constantemente sobre qué hacer y cómo hacerlo, y también nos vemos en ocasiones tomando decisiones que no podríamos catalogar precisamente de “inteligentes” en el sentido de que nos beneficien, sino más bien todo lo contrario.
Como dice una de las protagonistas de la escena que hemos visto, “Hay que pensar las decisiones que tomaremos hoy, porque son un pelín irresponsables”. Éste puede ser un buen momento para comentar algunas de las decisiones que han aparecido en los papelitos de la dinámica inicial y valorar en gran grupo por qué pueden ser consideradas malas decisiones y cuáles serían los criterios para tomarlas como tales.
- ¿Cuántas decisiones inteligentes sobre diversión veis que se han tomado en la secuencia escogida?
Diversión buena y diversión mala
Una de las consecuencias directas que debe derivarse a partir del análisis anterior es lo que podríamos llamar “diversión buena” y “diversión mala”. Es decir, actividades que nos divierten y que podrían ser consideradas decisiones inteligentes, o todo lo contrario en el segundo caso. Pero vamos a llevarlo un paso más allá.
En la secuencia, a este respecto vemos lo que sucede cuando se encuentran con un porro en uno de los bolsillos. Dos de ellas quieren fumarlo como parte de la diversión (están tomando una decisión, sin duda, que puede valorarse en el debate en ese momento de la actividad y que seguramente habrá salido repetidamente en la tercera de las cuestiones que se recogió en los papelitos de la dinámica), pero dedican bastantes esfuerzos en presionar a la tercera, que no quiere hacerlo, para que participe de ese consumo.
- En ese proceso, la que no quiere fumar defiende sus razones (aunque no con mucho ahínco, y en eso también está decidiendo, queriendo o sin querer): que es mediodía, que les van a ver…
- Sus dos amigas ponen mucha más carne en el asador y no escatiman en manipulación, presiones y cierto teatro para conseguir que su amiga también participe del porro: “Nos ha caído del cielo”, “Quizá sea la última vez que hacemos esto juntas”, “¿Es este el recuerdo que quieres que tenga?”, etc…
Nos hacemos algunas preguntas como complemento a este análisis:
- ¿Por qué el hecho de que Blair no fume es tan importante para no estropear el recuerdo? ¿Es esto cierto o es una manipulación?
- Por otro lado, ¿por qué tanta necesidad de conseguir que ella participe del consumo de ese porro? ¿Qué sacan ellas? (Parece más bien que parte de su diversión es convencer a la “buena” y llevarla a su terreno)
- ¿Qué opinas de que la diversión se asocie con “ser malo” y que “ser bueno” se asocie con no divertirse? ¿Crees que es justo? ¿Crees que responde a la realidad?
Al final, el “equipo fumador” gana el pulso y logran que la tercera participe fumando también. Pero uno de los argumentos que más llama la atención y que parece tener mucho que ver en el resultado es “La Blair mala quiere salir a jugar” y la jalean una y otra vez animando a que esa “Blair mala” salga a la superficie, cosa que consiguen.
En esta última estrategia que estamos analizando hay mucha más profundidad de la que parece. De manera implícita, en esa frase se desprenden otras:
- Que si la Blair buena es responsable, entonces no está “jugando”, cuando el juego es algo que se asocia a la diversión y el no jugar se asocia con quedar excluido y aburrirse.
- Así, la conclusión parece ser que si eres responsable o tomas decisiones inteligentes, no te diviertes.
Proponemos terminar la actividad poniendo a debate estas conclusiones implícitas y extrayendo las ideas principales de la sesión.