El tipo de mundo en el que vivimos, basado en modelos principalmente capitalistas, donde de forma casi permanente se habla de economía y dinero, el consumo prácticamente nos invade. No sólo porque podemos adquirir ciertos productos con facilidad (incluso en épocas de crisis, con mucha más facilidad que en otros lugares del mundo), sino porque además creemos que los necesitamos. Aquí no luchamos tanto por la supervivencia como por mantener un nivel de vida que nos hemos construido y del cual no queremos desprendernos. Si no, piénsalo…
¿Cuántas de las cosas que tienes son de primera necesidad?
¿Cuántas de ellas responden más bien a gustos o incluso caprichos, pero verdaderamente no las necesitas?
Piensa en las últimas 5 cosas que te has comprado, ¿Cuántas de ellas eran necesarias y cuántas no? ¿Te sorprende?
¿Cómo sería tu vida si tuvieras que prescindir, no de los objetos necesarios, sino del resto?
¿Tienes cierta sensación de que “no sabrías vivir sin ello”?
El vídeo que hemos visto nos lanza una pregunta directa: ¿Te imaginas un día sin compras?
¿Qué podemos trabajar con este audiovisual?
A continuación se presenta una actividad para realizar en grupo a partir del vídeo planteado:
De alguna forma, desde la secuencia propuesta, se sugiere tomar medidas prácticas contra un tipo de consumo que parece haber extendido sus tentáculos hacia todo y hacia todos. Así, se sugiere comenzar la visualización de la secuencia y parar justo cuando se menciona la celebración del “Día sin compras”, es decir, un día sin sacar el billetero del bolsillo, lanzando las siguientes preguntas:
- ¿Qué os parece esta propuesta?
- ¿Os veis capaces de hacerlo?(es sólo un día…)
- ¿Qué cosas soléis comprar con más frecuencia?Se les propone que anoten en una hoja en qué se gastan el dinero (recordarles que consumir no implica solamente comprar objetos, sino productos de varios tipos como bebidas, participación en ciertas actividades como el cine o el teatro, etc…). NOTA: Esta lista se utilizará posteriormente.
- ¿Qué consecuencias creéis que puede traer este afán consumista del que la secuencia pretende prevenirnos?(Recogerlas en la pizarra, para compararlas con las que propone el vídeo, que son sobre explotación de materias primas, demasiada producción de residuos y afectaciones psicológicas varias)
Se continua visionando la secuencia y se comentan algunas de las consecuencias sugeridas en el vídeo ¿Les parece exagerado? ¿En qué basan su opinión? (Puede usarse como muestra el ejemplo de la tendencia que tenemos ahora en general de no reparar los electrodomésticos que se rompen, sino sustituirlos rápidamente)
Les pedimos a continuación que intenten comentar, divididos en dos grupos, posibles soluciones para este problema (comprar en exceso). Al fin y al cabo, el día sin compras es una estrategia de concienciación, pero no es una solución duradera (sus respuestas se contrastarán con las que propone el vídeo: utilización de mercadillos de intercambio, reducción de nuestras necesidades y la compra en comercios de segunda mano). A continuación se tratará de que ver si esas soluciones son realistas, si serían puestas en marcha por ellas y ellos mismos.
Para terminar, se utiliza la pregunta con la que se cierra el vídeo, pidiéndoles que vuelvan a la lista que hicieron inicialmente sobre el uso que le daban a su dinero con el objetivo de que indiquen, de esa lista, cuántas cosas son verdaderamente necesarias (podrán quitar aquellas que no lo sean). A continuación se lanza la siguiente pregunta a todo el grupo: ¿Cuántas cosas habéis mantenido sin tachar? (Atender al hecho de que, en algunas cosas, creerán que sus compras responden a necesidades primarias, por ejemplo, vestirse. Pero es una necesidad creada tener una camiseta de marca o tener tres camisetas en vez de dos).
Material complementario
En el vídeo que proponemos como material de apoyo, se caricaturiza al ser humano como una máquina constante de destrucción de lo que le rodea debido a su deseo de poseerlo todo. El consumo mal entendido, tal y como muestra de forma aparentemente muy exagerada en la secuencia “El hombre de Steve Cutts” (aunque no puede olvidarse que las caricaturas siempre reflejan alguna parte de la realidad, aunque ciertamente distorsionada, exagerada o agrandada), es fuente de destrucción para el planeta en general y, finalmente, para quienes lo habitamos.
Se propone este vídeo para servir de complemento e ilustrar, de manera llamativa, el momento de la actividad en el que han de intentar pensar en las consecuencias del exceso de consumo.