Premio César 2014. Director: Pascal Plisson
Documental “Camino a la Escuela”
Es un documental que narra la historia real y extraordinaria de cuatro niños y niñas, héroes cotidianos – Jackson, Carlitos, Zahira y Samuel – que deben enfrentarse diariamente con una multitud de adversidades y peligros para llegar a la escuela. Estos jóvenes viven en cuatro puntos muy distantes de la tierra, pero comparten las mismas ganas de aprender y son conscientes de que sólo la educación les abrirá las puertas a un porvenir mejor. Saben que la única forma de mejorar su vida es la educación, y es por eso que cada día, en esos paisajes increíbles, se lanzan a un periplo lleno de riesgos que les conducirán hacia el saber.
Ésta es la sinopsis con la que ayer un grupo de docentes asistimos al preestreno de este documental que nos hizo poner “los pelos de punta” ante esta historia real, además de hacernos vivir un sinfín de emociones, en ocasiones contradictorias (tristeza-alegría, rabia-felicidad, desesperanza-esperanza, ilusión, etc.).
Jackson Janez de 11 años y su hermana Salomé viven en un poblado de Kenia muy alejado de la escuela (15 Kilómetros). Cada mañana, se levantan a las cinco y media para, solos y andando, recorrer un trayecto de dos horas. Jackson y Salomé tienen que atravesar la sabana poblada de animales salvajes y en muchas ocasiones atenazados por el miedo deben correr y huir del ataque de distintos animales salvajes (el sonido de sus latidos del corazón por el miedo vivido ante un posible ataque de un elefante deja al espectador sobrecogido). Su padre les despide diciendo “que lleguéis sanos y salvos a la escuela” y el profesor les recibe diciendo “Gracias por venir a la escuela y gracias a Dios porque no habéis tenido ningún accidente”. Ambos además de llegar a la escuela satisfechos y felices también lo hacen plenos de ganas de aprender y disfrutar del aprendizaje y del reencuentro con otros niños llegados desde distintos puntos de la sabana. Al finalizar la jornada escolar, les espera otra vez el largo y peligroso camino de vuelta a casa.
Zahira Badi, una niña que con 12 años, tiene que atravesar un camino agotador a pie de más de 22 Kilómetros a través de los sendero y valles del Atlas marroquí. Durante cuatro horas, Zahira y sus dos amigas, deben atravesar senderos y valles de la montaña empedrados y con unos precipicios tremendos para llegar al internado en una pequeña ciudad. Durante las cuatro horas de trayecto deben buscar sus recursos para llegar. Un momento que me impresionó fue cuando una de ellas se tuerce un pie por el camino tan pedregoso y sus amigan le ayudan y esperan. Cuando por la noche Zahira cena rodeada de su familia hablan sobre lo importante que es ir a la escuela para poder tener un futuro mejor.
Carlitos Janez y su hermana Micaela viven en la pampa argentina. Ellos recorren dos veces al día montados en un caballo, cruzando montañas y grandes llanuras de una de las regiones más inhóspitas de la pampa, además de soportar las inclemencias del tiempo y los peligros del camino por lo escarpado de algunos puntos del trayecto. Cuando por la mañana se preparan para ir a la escuela, su padre entrega a Carlitos una cinta que supuestamente les dará buena suerte, la cual después de atravesar la zona más peligrosa ofrecen con emoción en un pequeño santuario donde dan gracias por haber superado el trayecto sin accidentes. Después de hora y media, llegan a la escuela satisfechos y con muchísimas ganas de aprender.
Y la última historia es la de Samuel, un niño indio discapacitado que al no poder andar tiene que recorrer los cuatro Kilómetros que separan su casa de la escuela (una hora de trayecto) en una silla de ruedas muy rudimentaria. Sus dos hermanos pequeños empujan su silla con toda la fuerza de que son capaces a través de caminos de arena, ríos e impresionantes obstáculos. En un momento del recorrido, la silla queda atrapada en un pequeño río pero la desesperanza no les atenaza en ningún momento y los hermanos pequeños son capaces de un tremendo esfuerzo para seguir hacia delante. En otro momento, el neumático de una de las ruedas se desinfla, accidente que dificulta aún más el esfuerzo de los hermanos pequeños. Pero ninguna adversidad puede con ellos y finalmente logran su objetivo, llegar pronto a la escuela. La complicidad y el sentimiento de ayuda están presentes a lo largo de todo el recorrido. Cuando Samuel llega es recibido con muchísima alegría por sus compañeros quienes lo cogen de su “silla de ruedas” para llevarlo a su pupitre.
Me parece importante compartir con todos vosotros y vosotras estas reflexiones:
Uno de los derechos reconocidos por la ONU en la Convención de los Derechos del Niño, y que este año celebra su veinticinco aniversario, es el derecho a una educación gratuita, a divertirse y a jugar. Pero la igualdad de oportunidades es tan diferente dependiendo del lugar en que vivimos. Los pequeños héroes de este documental son un ejemplo muy claro de ello. En él, de manera muy elocuente que, podemos comprobar que el derecho a la educación no está adquirido en todas partes. Aún hay decenas de millones de niños alejados aún de la escolaridad o que tienen acceso a ella en unas condiciones muy difíciles.
Las sociedades hipermodernas del s. XXI, como LipodetsKy las denomina, buscan que sus ciudadanos estén satisfechos con sus vidas porque es una paradoja muy dolorosa para un individuo vivir en una sociedad opulenta que cubre sus necesidades físicas y materiales, pero no les hace feliz. El Informe Innocenti “Pobreza Infantil en Perspectiva: Panorama del Bienestar Infantil en Países Ricos” elaborado por Unicef en 21 países hipermodernos concluye que no hay una asociación lineal entre el bienestar de la infancia de un país y su PBI. En ocasiones la riqueza no garantiza la satisfacción y felicidad de los más pequeños. Los cuatro protagonistas de este documental, a pesar de las condiciones tan difíciles en las que viven, son felices y valoran lo que poseen (familia, alimentación, educación,..). ¿Valoran nuestros alumnos todo lo que la sociedad moderna les ofrece? ¿Valoramos como docentes las condiciones y recursos a nuestro alcance? Y, os puedo asegurar que después de ver esta película, el comentario general de todos los docentes que allí estábamos fue “No sabemos poner en valor todo lo que tenemos en nuestras escuelas”. Samuel, el niño indio, dice “Yo le doy las gracias a mis padres porque son pobres pero me llevan a la escuela. Yo conozco una niña rica y sus papás no la traen a la escuela”.
A lo largo de todo el documental están muy bien plasmados un sinfín de valores como el sentido de familia, el respeto, la responsabilidad, la ayuda y colaboración, el amor, etc., valores que quizás hayamos perdido en nuestra sociedad del bienestar, la cual en muchas ocasiones nos conduce a valorar más lo material que lo espiritual. Y me cuestiono ¿ Estos valores están presentes en la vida de nuestros alumnos, dentro y fuera de la escuela?.
Hay dos fortalezas que me parecen muy importantes y que debemos enseñar en nuestras escuelas: la gratitud entendida como “ser consciente de y agradecer las cosas buenas que suceden; saber expresar agradecimiento” y la perseverancia (terminar lo que uno empieza. Persistir en una actividad aunque existan obstáculos. Obtener satisfacción por las tareas emprendidas y que consiguen alcanzarse con éxito) ¿Enseñamos en nuestra sociedad, en nuestras escuelas y en nuestras familias a niños y jóvenes a ser agradecidos y perseverantes? Los pequeños héroes de esta historia son un ejemplo de gratitud aunque tienen muy poquito (saben agradecer cada pequeño gesto) y de perseverancia.
El esfuerzo es el medio para alcanzar nuestros sueños. Jackson, Zahira, Carlitos y Samuel llegar a ver hecho realidad su sueño de estudiar para convertirse en piloto, médico, profesora.. Y su deseo es ayudar a los demás. ¿Se valora el esfuerzo en nuestra sociedad?
Yo recomiendo trabajar “Camino a la escuela” teniendo como objetivo que los alumnos descubran realidades distintas a las suyas para posteriormente generar un debate sobre aspectos como la importancia de la educación, descubrimiento de otras culturas, la reflexión sobre valores como la responsabilidad, el respeto a las diferencias, la solidaridad, la ayuda, etc.