En muchas ocasiones, comprobamos que el comportamiento de nuestros alumnos en el aula depende de su grado de motivación por el contenido que se trabaja. Incluso, por encima del interés puntual que puedan tener en alguna sección, influye el rendimiento general que demuestran en la clase. Por eso, quizá sea conveniente fijarse primero en el grado de comprensión que tienen los estudiantes, como medida para analizar su comportamiento.