Trabajar en equipo no es estar reunidos en un espacio, en un mismo momento; es compartir ideales, formas de trabajo e intereses, es contar con un propósito común al que cada uno aporta. Supone, además, identificar las fortalezas y debilidades del conjunto y no sólo de las partes y buscar mecanismos para mejorar continuamente la dinámica que se da entre las personas que lo conforman.
Si partimos de las siguientes definiciones de equipo “Número reducido de personas con capacidades complementarias, comprometidas con un propósito, un objetivo de trabajo y un planeamiento comunes y con responsabilidad mutua compartida” (Katzenbach y K. Smith) o “Un equipo es un conjunto de personas que realiza una tarea para alcanzar resultados” (Fainstein Héctor) y pensamos en las dinámicas de los centros educativos y de las aulas, llegamos a la conclusión de que el trabajo en equipo es una necesidad real del día a día, tanto de nuestra práctica docente como de nuestro alumnado.
La sociedad del momento y las características del mundo laboral determinan esta necesidad. El ser humano convive todos los días con personas diferentes, circunstancia que lo conduce a desarrollar habilidades que le permiten realizar trabajos con otros individuos.
Es importante diferenciar entre grupo y equipo. Un grupo es un conjunto de personas que se unen porque comparten algo en común (profesores que trabajan en un mismo centro o alumnado que comparte una misma aula). Sin embargo, para que un centro educativo o un aula funcionen de forma eficaz, deben transformarse en un equipo que comparte un nombre, una misión, una historia, un conjunto de metas u objetivos y de expectativas en común. En este proceso son necesarias las Cinco C: complementariedad, coordinación, comunicación, confianza y compromiso. Sólo de esta forma el equipo caminará en la misma dirección, sus miembros se apoyarán en momentos difíciles y unirán todas las capacidades individuales en un todo que aporta mayor riqueza, y por tanto mayor aprendizaje.
Pero aprender a trabajar de forma efectiva como equipo requiere su tiempo, dado que se han de adquirir unas habilidades y capacidades especiales, y esto ocurre desde la perspectiva del docente y del alumno.
En el momento actual de la educación, el trabajo de grupo colaborativo es un ingrediente esencial en todas las actividades de enseñanza aprendizaje. Podemos afirmar que todos los proyectos que utilizan métodos o técnicas de enseñanza y aprendizaje innovadoras incorporan esta forma de trabajo como experiencia en la que el sujeto que aprende se forma como persona.
Sabemos que la comunicación con el grupo desarrolla la mente de la persona, fomenta las habilidades de trabajo en grupo y responde a la forma de trabajo que se prevé será utilizada en los próximos años, y por ello los procesos educativos deben pasar de la consideración del aprendizaje individual, al aprendizaje en grupo. En la sociedad del s. XXI, los profesores nos enfrentamos a nuevos retos, y uno de ellos es convertir el aula en un foro abierto al diálogo entre estudiantes y entre estudiantes y profesores porque nuestro alumnado ahora participa activamente en situaciones interesantes y demandantes. Términos como: pasivo, memorización, individual y competitivo, son elementos que no están asociados con el aprendizaje colaborativo. Debemos hablar por tanto de:
Cooperación: implica compartir metas, recursos, logros y entendimiento del rol de cada uno. Un estudiante no puede tener éxito a menos que todos en el equipo tengan éxito.
Responsabilidad: tanto profesores como alumnos son responsables de manera individual de la parte de tarea que les corresponde. Al mismo tiempo, todos en el equipo deben comprender todas las tareas que les corresponden a los compañeros.
Comunicación.Los miembros del equipo intercambian información importante y materiales, se ayudan mutuamente de forma eficiente y efectiva.
Trabajo en equipo: profesores y alumnos aprenden a resolver juntos los problemas, desarrollando las habilidades de liderazgo, comunicación, confianza, toma de decisiones y solución de conflictos.
Autoevaluación. Los equipos deben evaluar cuáles acciones han sido útiles y cuáles no. Los miembros de los equipos establecen las metas, evalúan periódicamente sus actividades e identifican los cambios que deben realizarse para mejorar su trabajo en el futuro.
Cuando un equipo de profesores de un centro, y los distintos órganos que lo conforman (equipo directivo, comisión de coordinación pedagógica o equipos didácticos) caminan en esta dirección, el centro educativo se transforma en una organización eficaz que responde a las necesidades reales del alumnado, con una visión compartida de la finalidad y un compromiso con el aprendizaje organizativo. Y al mismo tiempo, los profesores se convierten en ejemplo de trabajo para sus alumnos. Resulta difícil que un profesor que no practique el trabajo en equipo en su esencia, pueda enseñar a sus alumnos a trabajar de esa forma.
Desde la organización de aula, el trabajo en equipo del alumnado requiere del profesor aspectos como: planificación cuidadosa, liderazgo, metodologías especiales, intervención diferenciada y análisis posterior a la experiencia. Dentro de las metodologías destacaríamos:
Aprendizaje cooperativo que entiende la cooperación como una asociación entre personas que van en busca de ayuda mutua mientras realizan actividades conjuntas, de manera tal que puedan aprender unos de otros.Permite que los alumnos se unan, se apoyen mutuamente, que tengan mayor voluntad, consiguiendo crear más y cansándose menos… ya que los esfuerzos individuales articulados en un grupo cooperativo cobran más fuerza.
Trabajo por proyectos que permiteformar personas capaces de trabajar en equipo, desarrollando sus habilidades sociales, de relación y de responsabilidad
Equipos de Mediación Escolar que trabajan juntos por un objetivo común, crear un clima positivo de convivencia y convertir el dialogo y la ayuda entre iguales en la estrategia básica de resolución de conflictos.
Y formas de organización como grupo interactivos o tertulias, de las que he hablado en post anteriores.…ayudan a nuestro alumnado a transformar un grupo en un equipo.
De esta forma optimizaremos el aprendizaje y fomentaremos valores prosociales como el respeto, la colaboración, la tolerancia, …..