Grupos interactivos: organizar el aula para acelerar aprendizajes favoreciendo interacciones positivas

En ocasiones, la organización tradicional del aula, todo el alumnado en su conjunto, en una misma aula y un solo profesor, no ofrece una respuesta adecuada a la diversidad de necesidades. Pero tampoco la solución pasa por separar del grupo, temporalmente, al alumnado etiquetado como “diferente” o “difícil” ya que de esta forma estamos acentuando aún más las diferencias.

Los grupos interactivos constituyen una práctica inclusiva de organización del aula que permite introducir todas las interacciones necesarias para que los niños y niñas aprendan lo necesario para afrontar la actual sociedad de la información, en lugar de segregar a quienes se van quedando descolgados del ritmo. Además, es una organización cuyos resultados han sido avalados por la Comunidad Científica Internacional porque mejora los aprendizajes, la convivencia y el entusiasmo por el aprendizaje. En los grupos interactivos se logra desarrollar, en una misma dinámica, la aceleración del aprendizaje para todo el alumnado en todas las materias, los valores, las emociones y sentimientos como la amistad.

Los grupos interactivos están integrados y relacionados con el currículo ya que se pueden trabajar contenidos de cualquier área incrementando los aprendizajes instrumentales, mejoran la atención del alumnado y producen una mayor motivación y dedicación hacia el aprendizaje. Están recogidos como prácticas habituales en las programaciones de ciclo y aula puesto que acoge todos los principios del aprendizaje dialógico (diálogo igualitario, transformación, inteligencia cultural, dimensión instrumental, creación de sentido, solidaridad e igualdad de diferencias).

La forma de organizar el aula desde esta perspectiva supone realizar agrupaciones heterogéneas en cuanto a nivel de aprendizaje, género, cultura, etc. de alumnos y alumnas. En cada grupo se realiza una actividad concreta corta de tiempo mientras una persona adulta (estudiante universitario, familiar, antiguos alumnos, otro profesorado o profesional de otro ámbito, etc.) tutoriza el grupo asegurando que trabajen la actividad y que se desarrolle aprendizaje entre iguales. Al ser grupos heterogéneos, siempre hay estudiantes que acaban antes la actividad, con lo que la persona que tutoriza el grupo se encarga de que ayuden a sus compañeros y compañeras, generando un diálogo y unas interacciones que aceleran el aprendizaje de todo el alumnado y no solamente del que va más retrasado. Cuando finaliza el tiempo establecido para finalizar la actividad (15/20 minutos), cada grupo se levanta de la mesa y se sienta en otra, cambiando de actividad y de persona tutora con lo que, al final de la sesión, han podido realizar 4 o 5 actividades distintas sobre un tema en concreto que se esté trabajando. De esta forma hemos conseguido que “todos” los alumnos hayan trabajo, sin darse cuenta, más que en la dinámica de un aula tradicional; hayan ayudado o recibido ayuda de un compañero y se hayan divertido y entusiasmado por el aprendizaje..

Para lograr un buen funcionamiento de estos grupos, es muy importante tener claro el papel que desempeñan cada uno de los participantes:

TUTOR: no es responsable de ningún grupo, sino que coordina y observa la clase, resolviendo dudas o problemas que puedan surgir en los grupos o en el voluntariado. Sus funciones son:

• Planificar la sesión de GI.
• Preparar una actividad diferente para cada pequeño grupo, que pueda realizarse en poco tiempo y que posibilite la interacción.
• Decidir cuánto tiempo van a estar funcionando los mismos grupos.
• Explicitar la pauta de trabajo para que el voluntario o voluntaria tenga claro lo que debe hacer.
• Coordinarse con el voluntariado para que cada persona dinamice la actividad que prefiere.
• Ofrecer orientaciones/estrategias al voluntariado.
• Incluir las aportaciones y conocimientos del voluntariado en la evaluación

Las actividades programadas deben ser muy variadas y tienen que responder a distintas necesidades educativas: contenidos y áreas curriculares, actividades interdisciplinares, resolución de tareas integradas o micro tareas relacionadas con días especiales, pudiéndose utilizar todos los recursos disponibles: libro de texto, fichas, libros de lectura, pizarra interactiva, ordenadores,….

VOLUNTARIOS: Cualquier persona adulta, amistades de profesores, profesores jubilados, antiguos alumnos, personal de administración, miembros del AMPA, vecinos, jubilados, profesorado, estudiantes universitarios, abuelos, familiares de alumnado…puede desempeñar esta función. Y es muy importante que responda a este perfil, persona que proyecte altas expectativas en todo el alumnado y que se implique con ilusión en el proyecto, que respete al alumnado y tenga capacidad de dinamizar las interacciones. Debeser responsable y saber mantener la confidencialidad sobre la información relacionada con los alumnos. Y todo ello lo formaliza en un compromiso firmado que permanece en el centro escolar. El voluntario no necesita, en absoluto, tener conocimiento de la materia en la materia en la que participa, e incluso personas analfabetas pueden desempeñar perfectamente este papel si son buenas dinamizadoras.

Sus funciones serán:

• Coordinarse con el profesor/a para llevar a cabo la tarea con éxito.
• Dinamizar y promover las interacciones entre el alumnado.
• Asegurarse de que todo el alumnado sea partícipe de la actividad y resuelva con éxito la tarea.
• Promover la ayuda y la solidaridad entre iguales.
• Ofrecer sus valoraciones al profesorado para realizar la evaluación.
• Anotar sus observaciones en parrillas de evaluación durante la realización del grupo.

ALUMNOS: Todos los alumnos se benefician de esta forma de organización de aula, los más capaces porque a la hora de explicar a otro igual un concepto, o explicar la tarea que debe realizar está poniendo en marcha procesos de metacognición que le permiten mejorar. Y los más lentos o aquellos con necesidades educativas reciben la ayuda y pueden trabajar en un grupo reducido que favorece que puedan alcanzar el éxito escolar. Sus funciones son:

• Resolver la actividad mediante el diálogo.
• Ayudar a otro compañero/a si acaba antes la actividad.
• Cambia de grupo cuando ha finalizado el tiempo establecido.

Me gustaría destacar el lado humano de estas dinámicas porque los alumnos, sin ser conscientes de ello, se relacionan “todos con todos” desde el respeto, la comprensión de las diferencias, la empatía, la solidaridad , generando así un clima positivo de convivencia. Los voluntarios sirven de modelos positivos porque se da entrada en las aulas a todo tipo de referentes con sus características peculiares (familiares, estudiantes universitarios, antiguos alumnos, etc.).

El aula se transforma en un espacio donde hay un murmullo permanente de actividad compartida, de explicaciones solicitadas, de gestos cariñosos, de risas, de gestos de complicidad y todo ello, en un entorno ordenado y organizado.

En mi centro, todos los profesores desde E. Infantil hasta 6º de E. Primaria estamos implementando los grupos interactivos y la experiencia está siendo valorada muy positivamente por todos los participantes (profesores, alumnado, voluntarios). A continuación recojo algunas de las valoraciones que se realizan al finalizar la sesión:

Los alumnos expresan:

“Me he sentido importante porque los compañeros me preguntaban”

“Yo siempre intento llamar la atención y hoy he querido trabajar y he puesto todo mi esfuerzo”

“Es divertido trabajar así”

“Es alegre”

“Es motivador”

“He trabajado mucho y el tiempo se me ha pasado muy rápido”

Y los voluntarios dicen:

“Alta motivación hacia el trabajo”.

“Se ha trabajado y aprendido mucho”.

“Casi todos los alumnos finalizan sus tareas”.

“Los alumnos saben explicar mejor a sus iguales determinados conceptos”.

“Hay un tono de voz adecuado para el trabajo”.

En ocasiones cosas sencillas producen grandes resultados y esto es lo que ocurre con los Grupos Interactivos.