11 July, 2016

 

Bruno Hortelano se ha convertido en los días pasados en el campeón de Europa de 200 metros y subcampeón en la prueba de 100 metros, con 24 años hace historia en unas pruebas que para los atletas españoles siempre han sido complicadas, os preguntaréis la razón que sea el protagonista de esta nueva entrada del blog … sencillo por su características, por su mentalidad, por su capacidad de esfuerzo.

Nació en Australia de padres españoles que se dedican a la investigación, ha vivido en Canada y Estados Unidos donde ahora mismo termina sus estudios al tiempo que se dedica al atletismo, es decir, una persona que se ha adaptado a diferentes países, culturas, evolucionando y creciendo hasta alcanzar el éxito en el ámbito deportivo.

A pesar de su juventud declara que su afán es superar sus límites, continuar creciendo y mejorando desde el esfuerzo y la constancia; parece conocer sus limitaciones y las encara con la determinación de quien se sabe capaz de afrontarlas con su talento y esfuerzo.

¿Somos capaces de hacer lo mismo con nuestros alumnos? ¿Conocemos sus límites y capacidades? ¿Los tenemos en cuenta a la hora de orientar nuestra acción? ¿Conocemos sus sueños y fomentamos que los alcancen?

Bruno Hortelano declaraba estos días en los diferentes medios de comunicación que se siente español porque sus padres le han transmitido valores culturales fundamentales en su formación pero piensa en inglés, y aprovecha el potencial de la cultura anglosajona y norteamericana en sus aspectos positivos, la combinación de todas estas vivencias le ha reportado educación y éxtios deportivos que ahora comienzan a cristalizar.

Esta adaptación a diferentes contextos parece un elemento esencial para que su evolución sea tan estupenda ¿estamos preparados en la escuela para adaptarnos o seguiremos haciendo lo mismo curso tras curso sin tener en cuanta las necesidades de nuestros alumnos? ¿Fomentamos la versatilidad o una única línea de pensamiento?

Estos días de verano lejos de la escuela son momentos para repensar nuestro día a día, podemos reorientar el próximo curso que habrá de llegar ¿seremos capaces de superar dudas y miedos para evolucionar? Sería fantástico tener algunas de las experiencias de las que ha vivido el protagonista de este post, poder viajar y conocer otras realidades, otras formas de hacer y educar ¿no os parece? Es díficil hacerlo pero tenemos libros, revistas, encuentros y espacios para hacerlo posible, tenemos internet y un mundo de información a nuestro alcance, pero necesitamos sentir el impulso de crecer como maestros.

Soñemos con cambiar la escuela; soñemos con un nuevo curso en el que los niños sean más protagonistas de su aprendizaje, más autónomos; soñemos, en definitiva, con cambiar todas esas cosas que no nos gustan, que sabemos que no funcionan y que no ayudan a nuestros niños. Todos los niños y las niñas tienen un potencial por desarrollar, unos límites que pueden ser superados con esfuerzo, los sueños se pueden hacer realidad como nos ha demostrado Bruno Hortelano estos días atrás, como nos desmuestran tantas y tantas personas admirables que tenemos a nuestro alrededor … solo tenemos que abrir los ojos y ponernos en marcha ¿preparados?


Feliz verano, feliz descanso 😉