“ Suelta las cuerdas de tus velas.
Navega lejos del puerto seguro.
Atrapa los vientos favorables en tu velamen.
Explora, sueña, descubre”
(Pablo Neruda)
Es mucho lo que nos jugamos con la educación de los futuros ciudadanos, y una parte importante está en nuestras manos.
Al inicio de cada curso escolar, nos planteamos siempre la necesidad de mejorar nuestra práctica docente para ofrecer una respuesta más adaptada a la realidad de nuestro centro/aula y por tanto a los nuevos requerimientos de una sociedad en continuo proceso de transformación.
Ya durante el curso pasado, en este blog relativo a “Convivencia y Resolución de conflictos” busqué compartir con todos vosotros, reflexiones, experiencias, investigaciones, propuestas de trabajo, y aspectos relacionados principalmente con la convivencia, teniendo siempre como referente el objetivo de ayudar a mejorar la calidad de la educación. Y en esta línea continuaré para, desde mi humilde aportación, conseguir que, exploremos nuevas herramientas, nuevas ideas, nuevos proyectos que nos ayuden a descubrir otras formas de trabajo y a alcanzar esos “sueños” que nos plateamos con los alumnos.
Al inicio de este curso, les sugerí a los alumnos de 6º de E. Primaria de mi centro la siguiente cuestión ¿Qué es para ti un buen maestro/a? Sus respuestas fueron tremendamente clarificadoras. En base a sus vivencias personales, consideran que un maestro es “alguien que se esfuerza mucho para que tengamos un buen futuro”, es “como un padre que nos educa, nos escucha y nos enseña lo mejor”, “una persona que te ayuda, te cuida, te quiere, es tu amigo y te respeta”, “hace un gran esfuerzo para que aprendamos”, “nos enseña a respetar a los demás pero también a respetarnos a nosotros mismos” , “nos enseña a ser educados y a ser buenas personas”. Estas reflexiones son el resultado del compromiso de la Comunidad Educativa de mi centro acerca de los fines educativos que perseguimos, y de cuyos logros nos sentimos muy orgullosos.
Si analizamos cada una de estas respuestas, nos damos cuenta de que realmente lo que nuestros alumnos esperan de nosotros no es sólo alcanzar una serie de conocimientos teóricos sino que además desean que todo su proceso de aprendizaje esté impregnado de valores. Por ello, desde la primera infancia debemos asegurar el desarrollo armónico a nivel personal y de cualquier colectivo. Una mente bien equipada garantiza la adquisición de los hábitos de estudio, las disciplinas, la práctica de virtudes, la formación del carácter, la resolución de conflictos, las relaciones familiares o sociales, la estabilidad emocional y lo que es más importante: ayuda a las personas a ser más felices. La sociedad y la escuela han suscrito la importancia del aprendizaje de los aspectos emocionales y sociales para facilitar la adaptación global de las personas en un mundo diverso y en continuo cambio (Fernández- Berrocal y Ramos,2002;2004). En este sentido, la escuela comienza a comprometerse con la doble misión de educar tanto la cabeza como el corazón, lo académico y lo emocional. Con la convicción de que ambos tipos de aprendizajes están inseparablemente interconectados (Fernández-Berrocal y Extremera, 2002).
Sabemos que existen problemas y dificultades, pero también que muchas veces, esos miedos y dificultades, se utilizan como excusa para tratar de ocultar nuestro miedo a emprender acciones novedosas e innovadoras.
Esta seguridad podemos adquirirla en la formación, uno de los objetivos básicos del Proyecto Acción Magistral. Al amparo de instituciones como la FAD, con el apoyo de BBVA y UNESCO, promueven iniciativas como:
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- El Homenaje al Maestro dirigido a potenciar el reconocimiento social de su labor.
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- El Blog Acción Magistral que facilita la comunicación e interconexión entre los educadores, así como su capacitación competencial en nuevas técnicas educativas dirigidas a la innovación.
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- Los cursos de formación sobre Educación en valores.
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- Los Encuentros “Acción Magistral” que favorecen la puesta en marcha de proyectos de educación en valores, posibilitándonos un mejor desarrollo profesional y una mayor capacidad de acción.
Y es precisamente al último Encuentro que asistí, durante los días 27 y 28 de septiembre, al que me gustaría referirme pues lo sentido y vivido allí resulta difícil de olvidar. Desde mi experiencia personal, destacaría:
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- La sensibilización, implicación y compromiso de la FAD con el mundo educativo.
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- La motivación, optimismo pedagógico, compromiso, empatía, formación e innovación de los equipos de trabajo de los centros relacionados con Acción Magistral.
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- Las ganas y entusiasmo de todos los docentes, en representación de otros muchos, por mejorar nuestra forma de trabajo y por trabajar en red, como una estrategia que nos enriquece profesionalmente pero que también amplia las perspectivas de esos alumnos que confían en nosotros. Ya se han puesto en marcha algunos Proyectos en red, que posiblemente constituirán el germen para impulsar nuevas técnicas educativas.
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- La importancia de saber que hay otros muchos compañeros que comparten visiones comunes de la educación en valores. En esos encuentros formales y no formales, surgen conversaciones, intercambios de ideas, de estrategias, de materiales, etc. .Resulta muy llamativo el flujo que surge rápidamente con compañeros que apenas conoces, porque en el fondo subyace una visión común de la educación, unos deseos y unas ganas tremendas de innovar.
Para finalizar, me gustaría recoger una cita de J. Brown:“Pregúntate si lo que estás haciendo hoy, te acerca al lugar en el que quieres estar mañana”. Ojalá todo lo que os pueda aportar desde este blog sea una pequeña parte de ese recorrido hacia el mañana.