29 November, 2016

El viernes 18 de noviembre se celebró en Zaragoza una jornada inscrita  en el marco del proyecto/investigación “centros innovadores” del GRUPO DIM-EDU (Grupo Investigación didáctica y multimedia de la Universidad Autónoma de Barcelona) dirigido por Pere Marqués.

El objetivo de este grupo es impulsar la innovación “a nivel centro”. Un modelo  de innovación  global, eficaz, eficiente y continuada, que permite enriquecer  los procesos de enseñanza/aprendizaje y la organización de los centros para mejorar los aprendizajes y el desarrollo integral de todos los estudiantes,  reduciendo así el fracaso escolar.

Trescientos  centros públicos, concertados y privados de toda España l pertenecen a esta Red. En esta jornada, fueron presentadas las experiencias de veinte centros de Aragón y Castilla León,  además de  conocer el marco teórico sobre la innovación que propone Pere Marqués y asistir a mesas de debate sobre el tema.

Me gustaría reflexionar sobre ideas y aspectos importantes que allí se plantearon.

En primer lugar ¿Por qué innovar? Hoy, todos los profesionales del mundo educativo compartimos la necesidad de la innovación, pudiendo encontrar para ello múltiples razones:

.- El mundo está en un proceso de cambio constante, un nuevo  escenario social, económico y cultural que se transforma  a pasos agigantados y que exige nuevos saberes y competencias para profesiones, algunas de ellas aún  por descubrir.

.- Las instituciones educativas deben revisar sus objetivos, metodologías y sistemas de evaluación. Todo ello acompañado de nuevos instrumentos y de cambios organizativos.

.- El profesorado debe innovar por motivación personal y profesional (es una suerte ejercer una profesión que te permite hacer cosas muy distintas cada día y estar en un continuo proceso de formación)  para ofrecer a nuestro alumnado la respuesta  más ajustada a sus necesidades y a las necesidades que surgirán en un futuro a corto y medio plazo. Una respuesta que les permita su máximo desarrollo.

Condiciones imprescindibles para innovar:

1ª Considerar el entorno y todos los agentes que inciden en el mismo ya que nos orientamos hacia una educación donde el alumno es un elemento más de la comunidad. Lo que debe primar es el grupo, el trabajo colaborativo, el protagonismo del colectivo.

2ª Diseñar un plan de innovación desde la globalidad del centro. Actualmente podemos encontrar distintos niveles de centros: algunos de ellos están iniciando el proceso de cambio; otros centros son de referencia porque están al día y la innovación ha producido un impacto de mejora de resultados y un grupo de centros está en un tercer nivel porque en ellos se está  investigando, se hace prospectiva y van más allá.

3ª Tener presentes todos los ámbitos de innovación que Pere Marqués recoge en el siguiente  esquema.

 Captura.pere marques

Antes de diseñar un plan de innovación, es imprescindible saber dónde estamos  reflexionando sobre aspectos como: actualización curricular, metodológica y de evaluación (¿de dónde partimos?, ¿qué estamos haciendo hasta ahora?); cómo estamos integrando las nuevas tecnologías; identificar el nivel de formación del profesorado (encontraremos profesorado a muy distintos niveles: unos estarán empezando, otra parte ya llevará un camino recorrido y seguro que habrá quien alcance un buen nivel de actualización. Habrá que transformar el talento individual en colectivo y sacar el máximo partido de aquellos que pueden convertirse en el motor de cambio) y por último, valoración del impacto de aquellas iniciativas innovadoras puestas ya en marcha.

Una vez definida la radiografía del centro, será necesaria una segunda fase en la que se decidirá dónde queremos ir:

.- Revisando los objetivos educativos (Qué vamos a enseñar). Y en este punto, es importante repensar qué tipo de alumnado queremos formar para saber dónde debemos poner el acento. En este apartado, quiero destacar el papel tan importante que debe jugar el objetivo de ENSEÑAR A SER desde la perspectiva de la educación en valores, la educación emocional y la psicología positiva .

.- Decidiendo la organización del currículum: por áreas, por ámbitos, por proyectos, etc. Las posibilidades son múltiples.

.- Integrando la bimodalidad en el currículum, metodológica y de evaluación.

.- Considerando los principios del nuevo paradigma formativo: aprendizaje colaborativo, aprendizaje-servicio, tutorías, etc.

.- Determinando los agrupamientos, los espacios y los recursos necesarios. Nuevos cambios requieren una organización diferente de espacios donde cualquier rincón del centro educativo se convierte en un nuevo espacio de aprendizaje, donde se abren las puertas de las aulas para que el conocimiento sea compartido y donde la movilidad del alumnado está presente en el día a día del centro. Ya hemos citado antes que el alumno carece de  sentido aislado de su comunidad, los agrupamientos serán diversos primando la ayuda entre iguales, el trabajo colaborativo, los grupos interactivos, el aprendizaje servicio  y un sinfín de posibilidades.

La formación constituye el pilar básico de los procesos de innovación. Pero es muy importante considerar que ésta no debe generar stress entre el profesorado  y no debe suponer una excesiva carga de trabajo sino que debe provocar un cambio de actitud y de hábitos, una formación que convenza. La formación presencial, en el propio centro y con la participación de todo el equipo docente será la clave de éxito. Una formación que se traduzca en propuestas concretas de acción (¿cuánta formación recibida cae en saco roto por no convencer, por suponer una exigencia tremenda de trabajo o bien, por estar mal diseñada?). Es el equipo directivo del centro quien juega un papel importantísimo, quien debe motivar al resto del equipo docente y asignar al coordinador de formación (ajustado a un perfil de persona innovadora, con un buen nivel de actualización, con un alto compromiso con el proyecto de centro y que además mantenga unas relaciones positivas con el resto de compañeros).

Es muy importante compartir el plan de innovación con las familias y el resto de la comunidad educativa puesto que el impacto sea mucho mayor.

Para que la innovación se considere efectiva debe tener un impacto medido a través de  indicadores como:

.- Los alumnos aprenden más y mejor.

.- Medidas que favorecen la inclusividad, reduciendo los riesgos del fracaso escolar.

.- Buen nivel de satisfacción entre el profesorado, alumnado y familias.

Las veinte experiencias presentadas cumplían con todos estos requisitos constituyendo un modelo  de innovación  global, eficaz, eficiente y continuada. En todas ellas, el impacto y el grado de satisfacción de todos los agentes implicados era muy significativo.

César Bona en su libro “Las Escuelas que cambian el mundo” presenta la experiencia de siete centros que forman parte de la red de Escuelas Changemaker. Estas escuelas constituyen una red mundial de colegios deprimaria y secundaria que educan a sus alumnos en habilidades como la empatía, el trabajo en equipo, la creatividad, el liderazgo y la resolución de problemas. Son escuelas pioneras, que se han adaptado a las necesidades educativas actuales, en sintonía con un mundo en cambio constante, y además son las generadoras de los cambios sociales del futuro. Sus chicas y chicos son capaces de empatizar con los problemas de los demás y de aportar soluciones innovadoras. Desde Ashoka creen que no hay que esperar a que los “changemakers” nazcan sino que hay que favorecer su aparición. Y cómo hacerlo: aprovechando los centros escolares como agentes de cambio, como espacios transformadores.

César Bona ha viajado por siete ciudades y pueblos conociendo las escuelas que tiene la convicción de que cada niño y niña puede convertirse en agente de cambio, nos narra lo que ha encontrado en cada una de ellas. Os recomiendo su lectura porque estas experiencias te permiten reflexionar sobre las infinitas posibilidades del cambio que ofrece trabajar desde la perspectiva de la innovación.