Estoy seguro que nada más ver el título del post de esta semana la gran mayoría habrá recordado el famoso anuncio, por si acaso que alguien despistado hago un pequeño recordatorio con este enlace al vídeo: [VER VÍDEO]
Es curioso que estas Navidades es la que aún estamos inmersos el mayor número de ventas corresponda … a un palo; en este caso a uno para hacerse auto retratos, disculpad que no use el anglicismo pero me niego si puedo 😉
Nos vuelve locos hacernos fotos a nosotros mismos en los lugares más insospechados y con todo aquel que tengamos cerca; es curioso ver a adultos hechos y derechos en posturas inverosímiles en determinados lugares por conseguir la sonrisa perfecta con el fondo perfecto, en fin, como todo será una moda pero me ha llevado a reflexionar estos días sobre el tema.
La semana pasada entre turrones y mazapanes la prensa y la televisión se escandalizaban, si me permitís la expresión, por la penetración de la telefonía móvil es los menores de años, antes de los doce años comienza a ser habitual que tengan acceso a la red desde un terminal propio con lo que ello conlleva.
¿Cuántos móviles habrá traído Papa Noel? Y los Reyes Magos que están en camino ¿cuántos traerán? Es un poco hipócrita asustarse de que los niños de Primaria usen el móvil si los adultos nos volvemos locos con ellos y los usamos a diestro y siniestro para hacernos fotos, por ejemplo, cada vez que nos encontramos.
Vivimos tiempos esquizofrénicos en los que pretendemos parcelar la realidad según nuestros propios intereses; yo uso el móvil de la mañana a la noche pero mi hijo tiene que educarse en la solemnidad del siglo XIX lejos de cualquier atisbo tecnológico. O al contrario, nos aislamos de la tecnología en volviendo a nuestros hijos en una esfera protectora que no les muestra el mundo tal cual es ahora mismo, debemos conocer para ser conscientes del camino que deseamos tomar.
Como todo en Educación es un problema complejo; la tecnología nos facilita la vida, las relaciones con otros o conocer cosas lejanas, pero al mismo tiempo desvirtúa lo cercano, lo cotidiano, y en casos extremos, nos aísla de lo más cercano.
Comprender el momento en el que nuestro hijo o hija se encuentra debería ser la clave para regalar o no un teléfono o una tablet con acceso a internet. ¿Cuál es su grado de madurez? ¿Qué implicaciones tendrá en su ámbito de amigos y conocidos? ¿Cuánto va a costar mantener ese nuevo aparato y sus servicios?
Implicarles a en la gestión de su tiempo, de sus relaciones personales será otro aspecto importante. Si eres consciente será más capaz de decidir por ti mismo y no dejarte llevar por la última moda. No es fácil, sin duda, nos va a requerir esfuerzo y paciencia pero debemos hacerlo, eso es educar.
Antes de lanzarnos al mejor regalo, pensemos si es lo más conveniente, quizás, quizás un palo siga siendo una buena opción … no tiene batería, es versátil para el fomento del juego y la creatividad, y desde siempre ha sido un elemento indispensable para iniciar cualquier juego en la calle con los amigos.
¡Feliz Año nuevo! Felicidad y mucha salud para todos … y no olvidéis que el mejor regalo es jugar con vuestros niños y niñas.