Pedir atención es una constante en la vida del profesorado. La capacidad de atención de las generaciones Z y Alfa está en tela de juicio, y las sesiones didácticas de larga duración se empiezan a considerar impropias en este contexto en el que la masiva información y las permanentes interferencias están entrenando otra forma de prestar atención.
La idea de que, teniendo en cuenta cómo funciona la atención en niños, niñas y adolescentes, es mejor no alargar las explicaciones más allá de 20 minutos, está bastante extendida, sin embargo, no hay conclusiones definitivas que permitan asegurar que sea la mejor o la única opción.
Es una manera distinta de captar la atención para aprender más intensamente sobre asuntos muy específicos y concretos.
Lo que sí sabemos es que el concepto de microaprendizaje y las herramientas que se han desarrollado a partir de ese concepto gracias a las nuevas tecnologías están siendo utilizadas de forma muy intensa.
¿Qué es el microaprendizaje?
Deben ser píldoras de corta duración y accesibles desde cualquier dispositivo y en cualquier momento.
Vídeos de corta duración, webinars, infografías, video scribing, mapas mentales, encuestas rápidas, lecturas breves, storytelling, reseñas en blogs educativos… estos y otros muchos recursos se utilizan para llevar adelante estrategias de microaprendizaje.
Para utilizarlo como recurso escolar, se trata de fragmentar los contenidos didácticos para crear píldoras de aprendizaje. El propio nombre lo indica, tienen que ser de corta duración, (entre tres y quince minutos) y, de modo ideal, deben ser accesibles desde cualquier dispositivo y en cualquier momento.
¿Algo nuevo bajo el sol?
Estamos ante una herramienta que no es nueva, pero que se está perfeccionando a todos los niveles; técnica, estética y pedagógicamente. El microaprendizaje puede complementar y afianzar lo aprendido mediante las metodologías tradicionales, porque contando con esas píldoras de aprendizaje se puede jugar con las curvas de atención del alumnado y dar motivación extra y moldear los ritmos de las clases.
Aunque este no fuese su principal valor en la implantación de esta estrategia, se pueden plantear estas pequeñas piezas de concentración y aprendizaje como fracciones de un todo.
Casi sin darse cuenta, gracias a estos vídeos, posts, resúmenes o mapas mentales se afianzan conocimientos y se enlazan unas capacidades con otras.
El concepto de microcontenido, no es otra cosa que la evolución resultante de la aplicación de la tecnología a recursos que se han utilizado desde siempre: una lección muy breve intercalada en la explicación general, una anécdota, un chiste, una batería de preguntas rápidas, una referencia al margen…
En su concepción inicial, no se trataba de fragmentar el conocimiento, sino de crear recursos didácticos que tuviesen valor por sí mismos, que no necesitasen de otros antes o después para ser explicados. Es una fórmula que precisa el máximo enfoque de atención durante muy poco tiempo, de ahí que su uso principal sea despertar un interés, una curiosidad. Son una invitación a la investigación y a abrir el hambre por conocer.
¿Cómo aplicar el recurso de microaprendizaje?
Este sistema se aplica en muchas ocasiones para iniciar una tarea o para centrar un bloque de contenidos. También, al poder ser visto y oído en cualquier lugar y momento, se está utilizando como sustituto o complemento de las tareas tradicionales.
Así que nos encontramos ante una forma interesante de impartir buena información, muy específica y sobre un asunto muy concreto.
Información que, como la de este Post, debe ser breve, debe centrarse en un solo tema,-lo que se llama granulidad-, y debe ser posible concentrarse en su lectura o visionado de manera autónoma y desde cualquier dispositivo.
El elemento más importante para que funcione.
Hay un elemento más, fundamental, a la hora de aplicar con total utilidad las píldoras de microaprendizaje. Hace falta que una persona referente pueda ayudar y asistir al niño o la niña para responder a sus preguntas, sus dudas y dirigir sus intereses.
Como en casi todo en educación, ahí está la clave.
Recibe en tu email más contenidos de Educación Conectada
