Volvemos a las aulas, a fortalecer la confianza y el esfuerzo en la rutina, cultivando el control de las mentes y los cuerpos. Empieza un nuevo curso. Con todo su equipamiento de serie, y muy probablemente, con muchos extras. La inminencia de contenidos nuevos, de cambios en los horarios, de exploración de nuevas competencias… grandes razones para empezarlo con toda la ilusión que merece.
Este curso, además, se postula como el de la total implantación de los Sistemas de Gestión de Aprendizaje, los llamados LMS, para acortar se utiliza el acrónimo de Learning Managment System, algo totalmente implantado en el lenguaje educativo.
También se utiliza otro anglicismo para definir a los LMS: las plataformas e-learning. Lo importante, en este caso, como en otros muchos, es que las familias puedan acompañar a los y las estudiantes ante esta realidad, porque en cada caso tendrá sus matices y sus particularidades, y, lo que es seguro, es que siempre les resultará más sencillo incluirse en esos campus online si en su entorno familiar se ve como algo verdaderamente normal, útil y facilitador de las tareas y del aprendizaje.
En este curso que empezamos, siguiendo la dinámica que se ha ido estableciendo en los últimos diez años, la inmensa mayoría de las instituciones educativas de nuestro país va a poner en marcha sistemas de gestión de aprendizaje, desde escuelas de infantil y primaria hasta universidades y otros centros de formación adulta.
Esos sistemas facilitan, si se utilizan en toda su capacidad, el día a día de estudiantes y profesorado, y pueden llegar a considerarse una columna básica para la revolución educativa que tenemos pendiente.
Cada centro elije la que mejor le conviene, en función de sus necesidades, de ahí que no se pueda decir cuál es la mejor o crear un ránking
De ahí que sea muy importante para padres y madres tener una idea general de cuáles y cómo son esos recursos con los que van a tener que interactuar sus hijos e hijas, para que no haya distancia, para que no resulte un obstáculo sino una rampa de lanzamiento.
Cada centro educativo elige, en función de parámetros muy variados, el tipo de plataforma e-learning que utiliza. Parámetros que van desde el diseño a las utilidades; si es más o menos intuitiva, si es más o menos estética, si permite más o menos almacenamiento, si es de código abierto o no… una serie de condiciones que hacen que se decidan por unas o por otras.
¿Qué nombres nos tienen que sonar?
Aunque cada centro educativo opta por un sistema, no está de más estar al tanto de las opciones que ha observado, analizado y descartado para llegar a la conclusión final de selección.
Por ejemplo, conviene saber que hay plataformas de e-learning de código abierto y las hay comerciales, éstas son las dos categorías más amplias en las que podemos diferenciar a unas de otras.
Las llamadas libres o de código abierto son las que tienen un software que permite que la plataforma pueda ser desarrollada y distribuida libremente por quien la utiliza. Algunas de ellas pueden suponer, una vez que se necesita una mejora de las prestaciones, algunos costes que en el inicio no son necesarios, de modo que no son estrictamente gratuitas.
Entre las de código abierto, las más utilizadas son Moodle, Sakai, Chamilo, Open edX, Canvas y las de WordPress.
La más utilizada es Moodle, con más de doscientos millones de usuarios y usuarias en el mundo, Chamilo tiene la particularidad de ser una plataforma sin ánimo de lucro, lo que la convierte en la más extendida en cuanto a territorios, y tiene presencia en ciento cincuenta países, Canvas tiene de particularidad que no precisa de servidor para alojar los contenidos, pues trabaja por completo en la nube. Y Sakai es utilizada sobre todo en el ámbito universitario, por ejemplo, la Complutense de Madrid y la Politécnica de Valencia la utilizan para sus cursos conectados.
Esos sistemas facilitan, si se utilizan en toda su capacidad, el día a día de estudiantes y profesorado, y pueden llegar a considerarse una columna básica para la revolución educativa que tenemos pendiente.
En la otra gran columna de Sistemas están los llamados comerciales, que en función de la forma de pago también pueden subdividirse.
Las de pago por licencia y las de pago por utilización.
Las más extendidas y ampliamente utilizadas son BlackBoard, Evolcampus, FirstClass, Saba, eDucativa, NEO LMS (CYPHER Learning), Rise, Cornestone, Schoology.
Entre las de pago por licencia, la de mayor experiencia y prestigio es BlackBoard, que lleva más de cuarto de siglo activa, tiene opciones de sistemas para todo el ciclo formativo, desde primaria a educación superior. En cuanto a las demás, cada una se ha ido especializando en ofrecer soluciones para necesidades concretas, algunas, como eDucativa o Evolcampus resultan útiles por su sencillez y claridad de uso, otras como Rise, por su completo panel para controlar los avances del alumnado durante la evolución del curso y otras, como Schoology, por estar especialmente diseñada para los ciclos de primaria y secundaria.
Además de todas las mencionadas y otras cuantas que completan el abanico de opciones, existe otra opción muy extendida que es gratuita y se aloja dentro del G Suite for Education de Google; Google Classroom.
Google Clasroom facilita el orden al alumnado y les ofrece la posibilidad de familiarizarse con la administración de correos electrónicos y envíos online. Al profesorado le sirve para crear y gestionar clases, organizar tareas y enviar notas y también ofrece a tutores y tutoras la posibilidad de recibir un resumen del trabajo de cada estudiante.
Cada centro elije la que mejor le conviene, en función de sus necesidades, de ahí que no se pueda decir cuál es la mejor o crear un ránking, puesto que lo que cada una ofrece será más o menos bueno en función de las particularidades del proyecto educativo del centro, de las dimensiones pedagógicas, organizativas, tecnológicas, incluso económicas, de cada institución.
En cuanto a la misión familiar, también en esto la clave es el acompañamiento. Conocer las prestaciones de la plataforma elegida por el centro de nuestros hijos y nuestras hijas, conocer en qué modo puede sacarlas el mayor partido, y hacer un seguimiento de cómo va sintiéndose cada día con mayor seguridad en el uso concreto de la plataforma y en el general de las tecnologías conectadas.