El pasado jueves 30 de mayo se sumaron al ciclo de talleres Educonec Maria del Mar Sánchez, profesora de Didáctica y Organización Escolar y Miguel Ángel Ariza, coordinador del Área de Proyectos de Conecta 13. El objetivo era deliberar al respecto de los desafíos asociados con la protección de datos personales en menores. Datos derivados de búsquedas, imágenes, o directamente de cesión, consciente o no, de información.
Además, dieron una visión general de cómo la inteligencia artificial puede ser utilizada de manera segura y efectiva para enriquecer la experiencia educativa sin comprometer de manera relevante la privacidad de los estudiantes.
La propuesta resultó muy dinámica con Miguel Ángel y María del Mar volcando su conocimiento y experiencia en estos dos asuntos que les apasionan a todas luces y que dieron nombre al evento: Protección de datos y privacidad en la educación.
Quisieron vincular este con el Mooc para familias sobre Inteligencia Artificial de Educación Conectada.
A lo largo de esta ponencia a dos -algo así como una conversación prediseñada-, analizaron el impacto social que han tenido y tienen la inteligencia artificial y el Big Data en educación.
Comenzaron dando su visión sobre la evolución de la IA en el ámbito educativo, donde, auguran que va a revolucionar cómo enseñamos y como aprendemos.
María del Mar Sánchez apuntó que ya hace tiempo hay campos de la psicología que estudian cómo los algoritmos influyen en nuestra toma de decisiones; cuando buscamos algo en un buscador, éste nos ofrece resultados diferentes en función de las búsquedas previas que hayamos hecho, y como se han ido generando burbujas en redes sociales y a través de los sistemas de recomendación de determinadas plataformas de manera que ya sólo vemos lo que el filtro entiende que nos gusta ver.
Lo que considera que está siendo tan revolucionario en educación es porque cuestiona planteamiento y dinámica muy tradicionales como los deberes o determinadas tareas, sobre todo en secundaria y en la universidad
Afirma María del Mar que esta situación puede ser una oportunidad para ir aprendiendo en todos y cada uno de sus sectores profesional a aplicarlo. Y desde luego, en el sector educativo ya existe una gran preocupación por la gestión de los datos, con normativas legislativas ya en marcha.
Continuaron la deliberación incorporando su visión sobre el tratamiento de la gestión de datos, desde las familias y los centros, y también sobre cómo poco a poco nos vamos dando cuenta de que somos, muchas veces sin proponérnoslo, entrenadores de inteligencias artificiales, y eso es bueno saberlo, para obrar en consecuencia.
Sus reflexiones nos llevan a plantearnos hasta qué punto se está trabajando de manera ética y desde dónde le llegan los datos -y la información que nos devuelven- las inteligencias artificiales, porque puede resultar que, como ha sucedido en algún caso, al analizarlo resulte verter contenido explícitamente violento, machista, racista…, contenido creado por personas de raza blanca de países del primer mundo.
Ese sesgo cultural que es claramente pernicioso se produce cuando a una inteligencia la entrena solamente un tipo de determinado de persona.
Pasaron después a hablar sobre el reconocimiento de voz y lo que de ahí se puede derivar, y otros sistemas avanzados de recopilación de datos, y no sólo de cómo se recopilan, sino también de qué usos se les da, lo que les lleva a pensar en la importancia de la privacidad y la seguridad.
La Universidad tiene que replantearse su función en el mundo
De nuevo surgen preguntas sobre la ética, y de nuevo ponen a Europa a la cabeza de la preocupación sobre éste particular y también de las soluciones. La sociedad y la legislación va descubriendo los riesgos sobre la marcha.
Hay algunas cuestiones en torno a la privacidad de datos que evidentemente la ley es la que es, pero el mundo va muy rápido y la velocidad técnica es tanta que hay cuestiones que son más de sentido común y de ética que realmente de que puedas o no puedas hacerlo.
Por ejemplo, nada nos impide decir que hemos utilizado una IA para generar una imagen, sin embargo, no mucha gente lo hace. éste pensamiento les llevó a mencionar el debate que se ha generado en nuestra sociedad sobre algunas profesiones que quizá no desaparezcan, pero desde luego, van a cambiar sus fórmulas tradicionales.
Y también a descubrir cuáles pueden ser las finalidades educativas de algunas aplicaciones de IA, siendo siempre consientes de los riesgos que éstas utilizaciones llevan aparejados.
También nos ofrecieron su visión sobre el desarrollo curricular, porque hoy en día todo lo que estaban tratando en la charla, conecta con el pensamiento computacional y con la programación robótica.
Cuando entiendes cómo funciona un algoritmo, cómo se recopilan los datos, cómo se usan esos datos… es un aprendizaje de ciudadanía básica, María comparó esa alfabetización con la de las misiones pedagógicas de la República.
Creo que tendríamos que estar haciendo una inversión brutal a nivel ciudadano porque podemos trabajar con los niños, pero si luego los padres estamos subiendo las imágenes de ellos…
Posteriormente han hablado de derechos sobre la propia imagen, de propiedad intelectual, y de utilización de datos biométricos, como el escaneo del iris. Se adentraron en ese momento en la fase más profunda de la conversación con la salvaguarda de la propiedad intelectual como eje central.
La necesidad de seguir trabajando desde la ética, citando siempre las fuentes de los trabajos, aprendiendo a diferenciar las fuentes fiables de las que no lo son.
Una de las frases con más contenido de las muchas con mucho contenido de este taller es esta:
La tecnología por sí misma no cambia nada en educación, pero hay revoluciones tecnológicas que cambian el mundo.
En la recta final hablaron de herramientas que ya se utilizan que manejan datos de forma ética y que deberían abrir el camino a las que no lo hacen. Y explicaron por qué a su juicio, la didáctica, la pedagogía y el magisterio tiene que estar en la construcción de las aplicaciones y herramientas tecnológicas para la educación.
De ese modo se reducirán los riesgos, que pueden aparecer incluso en los sistemas que evalúan los resultados del aprendizaje, porque tenemos muy asociada la evaluación con la calificación. Las herramientas de evaluación pueden ser un apoyo puntual, pero no pueden condicionar al profesorado, sólo ayudar.
Una conversación que abordó todo esto, con detalles, ejemplos, propuestas para profundizar, y también con sugerencias de materiales didácticos, eso ha sido este nuevo EduConec de 2024.
Maria del Mar Sánchez y Miguel Ángel Ariza nos han dado una hora de verdadero interés y tremenda profundidad.
