El tercer taller sobre cultura y transformación digital de EduCONEC de 2023 ha tenido como núcleo de contenido las razones por las que el pensamiento crítico es hoy más importante que nunca ante los cambios en el mundo de la comunicación y el desarrollo de las tecnologías.
Las formadoras responsables de esta ponencia, Estefanía de Anta y Mercedes Muñoz-Rojas, fueron presentadas por el subdirector de programas de Fad Juventud, Miguel Ángel Rodríguez, quien dio paso a la charla que condujo Mercedes Muñoz-Rojas. Miguel Ángel hizo referencia a la importancia que en Educación Conectada damos al pensamiento crítico, hoy más que nunca.
El pensamiento crítico tiene que ver con cuestionarse, con distinguir lo que es veraz de lo que no.
Para centrar la charla “La importancia del pensamiento crítico en el entorno digital”, Mercedes Muñoz-Rojas, comenzó definiendo qué es el pensamiento crítico, esa capacidad para analizar y gestionar la información que recibimos. También para hacerla nuestra y decidir en qué estamos y en qué no estamos de acuerdo.
El pensamiento crítico tiene que ver con cuestionarse, con distinguir lo que es veraz de lo que no, con el respeto al pensamiento ajeno, y también con ser capaz de fundamentar la opinión propia y de entender las fundamentaciones de quien piensa distinto; Por último, este tipo de pensamiento nos empuja a sabernos dueños o dueñas del pensamiento propio y a actuar conforme a eso, y aunque pueda parecer contradictorio, a no aspirar a la verdad absoluta.
¿Por qué es ahora más importante que nunca?
El mundo está cambiando mucho en muy poco tiempo, con esta nueva forma de vivir se incorpora también una nueva forma de consumir los contenidos audiovisuales por parte de los niños, niñas y adolescentes, de un consumo familiar y sujeto a horarios y parrillas hemos pasado a un consumo individual y abierto en horario y contenidos.
“Con la pandemia se ha difuminado la línea que separa lo digital de lo analógico; lo profesional y estudiantil de la vida privada”.
El último punto de inflexión es el año 2015, con la llegada de las plataformas de contenidos audiovisuales, que ha cambiado radicalmente nuestro modo de consumir contenidos. De ser una actividad social a convertirse en muchos casos en una actividad individual.
Esto nos lleva a un cambio de paradigma en los comportamientos, según Muñoz-Rojas, hay una gran cantidad de tiempo que jóvenes y adolescentes comparten en el mundo digital. Se dedica mucho más tiempo al mundo digital que a nuestro mundo analógico. Podemos concluir que estamos sobreexpuestos al mundo digital, tanto jóvenes como adultos, y esta situación, con un pensamiento crítico débil, puede ser algo negativo.
Con la pandemia se ha difuminado la línea que separa lo digital de lo analógico; lo profesional y estudiantil de la vida privada. Esto ha hecho, además, que se pierda en parte la diferenciación entre lo urgente, lo importante y lo superfluo.
Mercedes Muñoz-Rojas, hizo referencia a un estudio del control parental de google, Qustodio, de 2021 y comentó que de ese estudio se desprende que los niños y niñas de primaria dedican dos horas de media al día a la conexión móvil, si bien en esta franja de edad dedican más tiempo al estudio.
Y ya es en secundaria cuando dedican un poco más de tiempo a estar pendientes del móvil que a estudiar.
La razón fundamental para este comportamiento generalizado es que internet es el ocio infinito, videojuegos, plataformas, redes sociales, podcast, spotify, noticias. Siempre hay algo nuevo, que hace que se traslade una cantidad de ocio a internet, un ocio individual en muchas ocasiones y, en consecuencia, no compartido.
Esto ha abierto una competencia muy grande entre tecnológicas para hacerse con la atención de cuanta más gente, mejor. Tecnológicas que necesitan los datos que les damos con la selección de enlaces en internet. Así se eliminan puntos de atención, como puede ser el final de un capítulo en un libro, y se genera una atención permanente sin interrupciones.
“No podemos dejar que sea lo que ven y escuchan en internet lo que marque los criterios de pensamiento y conducta de nuestras hijas y nuestros hijos”
Mercedes se ha referido al algoritmo como algo a tener en cuenta para transmitírselo a nuestras hijas y a nuestros hijos, el algoritmo nos va conociendo, y de nuestro comportamiento va sacando conclusiones, y nos va dando la información que nos va gustando o vamos eligiendo, lo que acota el tipo de información que nos ofrece a lo que nos gusta y nos oculta la que no nos gusta. Esto tiene un riesgo a tener en cuenta:
El peligro que tiene el algoritmo es la creación de comunidades de gustos, las cámaras de eco (o de resonancia mediática), que nos relacionan con gente que tiene nuestros mismos valores y opiniones, lo que dificulta el despertar del pensamiento crítico, lo que deriva en un pensamiento único, justo lo contrario de lo que queremos incentivar, ese necesario Pensamiento Crítico.
La importancia del acompañamiento.
Mercedes Muñoz-Rojas utilizó los minutos centrales de la ponencia a equiparar el acompañamiento en el mundo físico y el acompañamiento en el mundo virtual. Siempre intentando enseñar, tanto en el mundo digital como en el real, a pensar con criterio. Valorando en todo momento la falta de experiencia y el hecho de que niñas, niños y adolescentes son personas muy influenciables.
Normalización de conductas y entorno digital.
No podemos dejar que sea lo que ven y escuchan en internet lo que marque los criterios de pensamiento y conducta de nuestras hijas y nuestros hijos. Es necesario el tiempo de parar a pensar, a reflexionar, a traducir el lenguaje audiovisual al lenguaje de pensamiento.
Tenemos que enseñar a mirar al resto, a quienes piensan distinto, a quienes nos ofrecen nuevos puntos de vista.
Para entender lo que vemos es necesario aprender a mirar.
Melville Herskovits (1895-1963)
Recordando la anécdota del antropólogo estadounidense Melville Herskovits que enseñó una fotografía a una mujer bosquimana que nunca había visto una fotografía para que viese cómo era su hijo, y ésta no fue capaz de entender lo que le enseñaba porque no estaba preparada para entender una imagen fotográfica, nos ha llevado a comprender que también nuestras hijas y nuestros hijos necesitan esa decodificación de lo que ven, por la cantidad de información por un lado y por el modo en que esa información se vuelca en sus mentes.
Pautas a seguir
A partir de esta exposición de motivos, Mercedes Muñoz-Rojas ha querido dar algunas pautas para enfrentarse a este estado de la situación y desarrollar ese pensamiento crítico que les permita contrastar, filtrar y utilizar correctamente la información.
Lo primero que hay que hacer bien es informarse, cuanto más se aprende más se desarrolla el pensamiento crítico, tenemos que saber cuál es la vida digital de nuestros hijos y nuestras hijas y por qué es esa y no otra. Hay que mirar también el tiempo de uso de los dispositivos conectados para poder, a partir de ese dato, reflexionar si es lo mejor para él o ella.
Como somos sus adultos de referencia nos necesitan y por eso hay que contestarles con sinceridad y enseñarles a buscar respuestas. Dejar que se equivoquen y ayudarles ante ese error, para que aprendan a pensar de una forma crítica.
Para terminar con su exposición, la experta en influencia responsable, nos ha hablado de la importancia de los límites y del autocontrol, no solo el uso del control parental digital sino la incorporación de límites lógicos de uso, control que se puede realizar con normas sencillas, que sean pocas y claras. Normas para ser cumplidas.
También nos habló de la importancia de establecer tiempos de descanso digital, a ser posible de toda la familia, y de sacar el móvil del cuarto en el que duermen
Finalizó Mercedes haciendo un llamamiento a la comunicación real entre todos los miembros de la familia, comunicación constante, atenta y respetuosa. Si se consigue mantener esa comunicación en las diferentes etapas de crecimiento será mucho más sencillo inculcar la necesidad de desarrollar ante esta avalancha de información acrítica un pensamiento crítico útil y satisfactorio.
