¡Corre como una niña!… si alguien te pide que imites a una niña corriendo o lanzando una pelota o pegando. ¿Cómo lo harías? La mayoría de las veces se hace de forma muy estereotipada (luego si preguntamos a niñas pequeñas vemos que lo hacen con todas sus ganas y fuerzas y surge la pregunta ¿en qué momento decir “haces algo como una niña” se convirtió en un insulto?). Este es el mensaje en el que se basó la campaña #LikeAGirl de Always, y que esta semana del 8 de marzo lanza otra nueva reivindicación sobre los emoticonos de Whatsapp: en el vídeo sale una chica diciendo ¡no hay profesiones con emoticonos de mujeres a menos que “novia en su boda” se considere una profesión”, otra adolescente enumera “un chico escalando, otro en bici, otro jugando al básquet…no hay chicas haciendo deporte”, otra jovenzuela protesta “hay más cosas que podemos hacer las chicas además de esto (y mueve los brazos para hacer: o cortarnos el pelo… ¿Es esta campaña una chorrada? Puede que mucha gente lo considere así. La campaña habla de que un 82% de las chicas entre 16 y 24 años utiliza a diario emoticonos y que la mitad no se siente representada…por lo tanto hablamos de representación, de algo simbólico que va mas allá de la anécdota…y eso pasa con el día que se conmemora hoy a nivel mundial, el 8 de Marzo, ¿qué representa?
Pues podemos empezar por el nombre que recibe este día ¿recuerdas que hace unos años se hablaba del Día internacional de la Mujer trabajadora? ¿Por qué se cambió dicho nombre en todo el mundo? Pues precisamente por la importancia de la representación, de lo simbólico. Porque una cosa es tener empleo (remunerado) y otra cosa es tener trabajo, pero si vas a la puerta de un cole y preguntas a peques ¿en qué trabaja tu mami? Escuchamos muchas respuestas del tipo “mi mamá no trabaja, es ama de casa”. Se cambió al “Día de la Mujer” porque se reconoce que, aunque no se pague por ello, el trabajo en casa y del cuidado, es trabajo. Después el nombre se volvió a actualizar del singular al plural, Día Internacional de las Mujeres, al entender los estereotipos que hay al pensar en “la mujer” y reconocerse que las mujeres no son un colectivo, son distintas y diversas dentro del 51% de la población mundial que conforman.
También reconocen las organizaciones internacionales que esa mitad de la humanidad todavía no tiene los mismos derechos. No hay igualdad real. No se trata de una opinión que se da, sino de cifras y datos contrastables que hoy escucharemos en los telediarios, tanto en España como en el resto del mundo.
El 8 de marzo es una fecha para reivindicar la igualdad de las mujeres en el mundo. El 8 de marzo es una jornada mundial de lucha (que la ONU estableció en 1977), de reivindicación, de evaluación. Es una fecha para recordar todo lo que se ha caminado en la igualdad y todo lo que queda por recorrer.
Porque todavía queda mucho por hacer. Hoy mismo un Ayuntamiento de Alicante “celebra” el día con un texto que empieza: “Ser mujer es ser princesa a los 15, bella a los 25, pasional a los 35, inolvidable a los 45, dama a los 60, especial a los 75 y hermosa toda la vida”, continúa con “ser mujer es llorar callada los dolores de la vida” y termina: “Y no olvides esto: la mujer salió de la costilla del hombre…para ser igual, debajo del brazo para ser protegida…”. ¿Princesa, callada, protegida?
Hoy también un chico en Barakaldo ha arrojado a su pareja del vehículo en marcha y en Álava esta semana hemos visto como una jueza le preguntaba a una víctima de una agresión sexual si “cerró bien las piernas”… ¿seguimos? Estos días en los medios masivos de comunicación mundial se habla de las dos chicas mochileras, Marina y María José, asesinadas y violadas y se dice que es que “viajaban solas”. Eran dos mujeres, mayores de edad, viajando juntas. Pero sin embargo estaban “solas” y por eso las mataron ¿solas de qué? ¿A falta de quién? También muchas chicas siguen escuchando un sábado noche el ¿qué hacéis chicas aquí solas? al acercarse uno o dos chicos a la barra del bar donde están el grupo de amigas, son un grupo de chicas, pero “están solas”…
Todas estas discriminaciones, desigualdades, violencias son las que se visibilizan hoy…y de eso va el 8 de marzo.
No tanto de regalar flores, o de que todo se llene de rosa (incluidas camisetas de clubes de fútbol, los mismos que permiten el apoyo de las gradas a imputados por maltrato). No de carreras de tacones o cursos gratuitos de belleza por parte de instituciones. No de espacios puntuales en la tele que hoy sí se fijan en las desigualdades. Porque los bombones y las rosas están bien, pero el Día de las Mujeres va de otra cosa. El 8 de marzo se conmemora la lucha por la igualdad de las mujeres a lo largo de la historia. Por ejemplo, en España, este año 2016 se cumplen 85 años desde que Clara Campoamor consiguió que las mujeres españolas fueran consideradas ciudadanas a través del reconocimiento del derecho al voto. Es decir, hace sólo 85 años las españolas ni siquiera eran “ciudadanas”, y ahora lo son porque mujeres como ella, junto a otras muchas y también hombres, salieron a la calle y alzaron la voz como se hace, en todo el mundo, hoy 8 de marzo.
¿Y TÚ QUÉ…reivindicas la igualdad?