Este martes pasado quienes tenemos Whatsapp en España nos hemos levantado viendo que en muchos de nuestros chats y grupos aparecía el siguiente “mensajito” precedido de un candado: “Las llamadas y mensajes enviados a este chat ahora están seguros con cifrado de extremo a extremo”. Y es que por lo visto la seguridad de WhatsApp, donde contamos casi toda nuestra vida, era un chiste, y desde 2011 que se descubría esta vulnerabilidad crítica del casi exclusivo “método para comunicarnos en estos días” se intentaba arreglar esto.
Esta semana, al activarse el cifrado de extremo a extremo en teoría nos aseguran que nuestros mensajes, fotos, vídeos, audios pasan directamente de punto a punto (de quién manda el mensaje a quién recibe) estando cifrados cuando “viajan” de un móvil a otro, pero no llevamos ni 3 días y ya ha saltado la polémica porque aún así dicen que datos públicos si se quedan en los servidores de intermediarios de Whatsapp (por ejemplo Telegram si tiene el protocolo de extremo a extremo sin servidores en medio)…
¿Y todo esto a cuento de qué? Pues todo esto a cuenta de la preocupación, cada vez mayor, por nuestra intimidad y protección de datos, que se traduce en esas noticias de las últimas semanas de juicios entre Apple y el FBI por no querer darles información personal, la detención del vicepresidente de Facebook de América Latina por negarse a revelar el contenido de unos mensajes de Whatsapp de unos clientes en un caso de narcotráfico, etc.
Es decir, nos hemos dado cuenta de que, como hacemos “vida digital” casi más que analógica, internet sabe todo, pero todo todo (o casi) de nuestras vidas y quiénes somos.
Y si hablamos de quién sabe y tiene todos nuestros datos ¡tenemos que hablar de Google! El buscador y el navegador más usados. El que te provee de cuenta de email, sabe los vídeos que ves, guarda tus documentos, promociona tu perfil, conoce tus trayectos y te proporciona el teléfono móvil.
¿No te ha pasado que allá donde vas en internet, te reciben como si supieran a qué has venido, cómo si te conocieran? ¿Qué navegas y te “saltan” recomendaciones personalizadas y ofertas de lo que andas buscando o buscaste?
Google es llamado por mucha gente, “San Google”, porque hay que reconocerlo, nos saca de muchos apuros y nos da respuestas en cualquier momento, pero también, precisamente por todas esas búsquedas que hacemos, lo sabe todo sobre nuestra vida… ¿Eso nos preocupa?
Además ahora, desde hace pocos meses, ese llamado “asistente personal inteligente” que es ‘Google Now’ (una “Gran G” que tendrás en la parte superior de tu pantalla), y que se activa por voz simplemente diciendo “Ok Google”, nos ofrece un montón de comandos para “facilitarnos” la vida, utilizando la información que le proporcionamos, por ejemplo, además de poder buscar cualquier cosa sin tener que escribir, solo hablando, a Google Now le puedes pedir que te recuerde cualquier cosa un día u hora específicos, que te despierte dentro de 5 horas, que te divida 98 entre 38, te diga cuántos euros son 347 dólares o decir “quiero escuchar música relajante” y te busque lo que “más te pega” ¡todo eso hablando a tu móvil!
También interacciona con el resto de las aplicaciones de nuestro teléfono contextualizando sus “propuestas”. Por ejemplo, un whatsapp a un contacto para ir al cine provocará que Google identifique, no sólo la calificación de la peli en tus páginas, redes sociales o apps habituales, sino también la previsualización del tráiler y el enlace directo para adquirir las entradas.
Internet nos conoce, nos vigila, sabe lo que queremos y buscamos,..¡Es el ojo que todo lo ve y hay que reconocer que el “Gran Hermano” ahora tiene forma de móvil!
¿Y TÚ QUÉ? ¿Sientes que te “observan” en internet?