Mi padre siempre me lleva la contraria… ¡y mi madre también!… ¿os suena esto? Verano, vacaciones familiares a la vista
- Mi madre: ¡yo este año quiero montaña!
- Mi padre: ¡No, al pueblo hay que ir fijo!
- Mi hermana pequeña: joooo ¡este año tocaba playa!
Y yooooo?… Pues yo este año lo que quiero es irme con mis colegas… Y aquí empieza el lío: ¿cómo conseguir convencer a tus padres de lo que tú quieres y no morir en el intento?
1ª opción – Les dices a tus padres: Yo este año me voy con mis amig@s y punto. MAAAL. Si te pones intransigente y exigente probablemente el resultado sea incluso que ni vayas de vacaciones ni puedas salir este finde por pasarte tres pueblos.
2ª opción – Ni lo intento, ni de coña me dejarían porque no me entienden. Me callo y paso una vez más de decir lo que realmente quiero y me apetece. MAAAL otra vez. ¿Pero de qué va eso de resignarte sin ni siquiera intentarlo? Dar tu opinión y hacer saber lo que tú prefieres es muy importante siempre!
3ª opción – Busco un momento suyo de debilidad, pongo mi cara de gatito de Shrek y, con voz amorosa les digo con toda seguridad: “Yo este año ya os puedo demostrar lo bien que lo habéis hecho educándome tan responsable como para poder irme por mi cuenta con mis colegas. Este verano os libero de mí y hago mis planes, no os preocupéis” Y van tu padre y tu madre y te dicen al unísono: “Claro cariño, lo que tú quieras”. FLIPAAAS. Va a ser que no cuela. Baja a la realidad, eso no va a ocurrir!
Ufff…. Me temo que así no vas a conseguir nada, tienes que utilizar otras estrategias. Desde aquí apostamos por la negociación, sí, el hablar y decir en conjunto, incluso si es necesario usar la famosa y ancestral técnica del “Ni pa ti, ni pa mí”. Seguro que eres capaz de plantear propuestas que encajen con lo que ellos tienen en la cabeza ¡como en la foto! y conseguir negociar un acuerdo que también les mole a tus padres. A mí estas últimas semanas me sirvieron estas dos técnicas pero ¡hay infinitas! , tú te conoces y les conoces y fijo que acertarás eligiendo la adecuada:
– Técnica “Helado de 6 bolas, 2 siropes, lacasitos, virutas 3 chocolates y más”: Te pasas de pedir, les dices que quieres ir a un festival muy cañero o incluso al extranjero con algunos de tus colegas e incluyes a quienes sabes que no les gustan mucho… y luego, al ver su gesto incrédulo, empiezas a quitar “bolas y añadidos” simulando que cedes y vas pidiendo menos. Vamos como cuando te decían que en casa a las 8 y tú pedías llegar a las 12 y al final acordabais a las 10.
– Técnica “Esto no es todo”: La gente compra más un champú en el que se regala un desodorante que comprándolos por separado. Ofréceles algún beneficio o ventaja si aceptan alguna de tus propuestas: Si te dejan irte unos días con tus colegas después, durante las vacaciones familiares, cuidarás y jugarás con tu hermana/o pequeña/o todas las tardes. Si aceptan que tu mejor amiga o amigo os acompañe en las vacaciones aprovecharéis también a repasar algún tema de clase…
Elijas la que elijas, tanto si en tu familia se lleva “la autoridad positiva” como si son más de “porque lo digo yo” – “porque sí” – “cuando seas padre comerás huevos” seguro que, con una buena comunicación, respeto, empatía y comprensión podéis hacer coincidir vuestras diferentes preferencias u opiniones.
Ah! y ya sabes, súúúper importante además de negociar, no perder los nervios y hablar en castellano o cualquier otro idioma en común pero nunca “en histérico” que con ese nadie se entiende.
Al fin y al cabo negociar es el arte de conseguir que la otra persona se salga con la nuestra… o casi…
¿Y TÚ QUÉ… sabes negociar?