Ya estamos en mayo, mes de las flores, el solecito,… ¡¡Y DE LOS EXÁMENES FINALES!! Por eso toca un post sobre la supervivencia, o lo que es lo mismo, ¡cómo superar la época de exámenes y no morir en el intento!
Estamos a finales de curso y, si eres estudiante, un bombardeo de trabajos, en grupo o individuales, de exposiciones, exámenes, etc.… llenan tus días. Y hay quienes consiguen dominar los nervios y afrontar la situación con calma y serenidad, y estudian cada día súper “tranquis” y no sienten ansiedad ninguna, y luego están a quiénes “les ha pillado el toro”, están “de los nervios” todo el día y el estrés les acaba jugando malas pasadas ¿Tú en qué grupo sueles estar?
Si eres del grupo que sueña, en esta época de exámenes, ser como la tecla F12 del teclado ¡que nadie presiona nunca! y te pasa eso que tu madre o padre llaman “es que le cuesta ponerse” y aunque sabes que tienes que estudiar o empezar a hacer ese trabajo que hay que entregar el lunes ¡no tienes ganas! y en vez de eso te la pasas mirando twitter ¡éste es tu post! ¡Estas procrastinando!
¿Pro… pro qué? Resulta que eso que te pasa, sobre todo en época de exámenes, tiene nombre: ¡PROCRASTINAR! Del latín procrastinare 1. tr. Diferir, aplazar, es decir, “dejar para mañana lo que podías hacer hoy”. Así, en “finolis”, la procrastinación consiste en postergar de forma sistemática aquellas tareas que debemos hacer, que son cruciales para nuestro desarrollo, y que son reemplazadas por otras más irrelevantes pero más placenteras de llevar a cabo. Es decir “que nos da pereza ponernos a estudiar y nos levantamos a por un yogurt o miramos un momento (que luego dura una hora) el móvil y las redes o nos ponemos a ordenar ese cajón de calcetines….lo que sea, menos lo que se supone que tenemos que hacer.
Desde la psicología nos dan unas pautas para superar esta “carencia de de tracción de arranque”:
- Reconoce que procrastinas y que tienes que dejarlo.
- Ponte metas muy concretitas, secuenciales y reales y comunícalas para que sea un compromiso público.
- Rompe la barrera del minuto -1, el anterior a comenzar a estudiar. Ese es el gran obstáculo. Alguien decía que el primer paso es la mitad del camino.
- Distánciate de las tentaciones (móvil, tele, portátil, pareja,…). La técnica del envoltorio consiste en pensar en la tentación como algo lejano, abstracto, incierto, indefinido, sin dejarse atrapar por su atractivo.
- Deja ya las excusas y los argumentos autoabsolutorios o autopermisivos que te repites “no pasa nada por un día que me retrase, tengo tiempo”; “miro Twitter, pero solo cinco minutos”; “ya empiezo mañana, que es lunes”…
Según los gabinetes psicopedagógicos, el 80% de las y los estudiantes tiene tendencia a procrastinar, sobre todo en época de exámenes, cuando se experimenta el llamado “síndrome del sacapuntas”: se ponen a sacarle punta al lápiz, y a veinte lápices que tuvieran, antes de entrar en faena. Y lo malo es que también nos dicen que “La procrastinación genera frustración, desilusión y un sentimiento de fracaso”.
Esas sensaciones se apoderan de cualquiera que suspende un examen, pero cuando vas suspendiendo varios exámenes, o no entregando a tiempo trabajos, y encima sabes que es porque “no te has puesto antes” o has “procrastinado” (ahora ya sabes que se llama así) la rabia, decepción y sensación de fracaso son muy grandes. Los estudios nos dicen que se entra en el bucle del “soy un desastre”, “no puedo”, “todo me sale mal”…
Nos amargamos con esas frases de auto-sabotaje que no sirven para nada. Ok, hoy todo ha salido al revés, no han venido las cosas como esperaba peeeero “el procrastinar se va a acabar” y ahora mismo (recuerda, ¡no mañana ¡) empiezas a organizarte, a seguir esos cinco consejos que te damos arriba para el siguiente examen y a buscar tu propio “plan” de estudios, tu forma de automotivarte y romper esa pereza y presión normal en época de fin de curso ¡Y recuerda, si ese plan A no funciona, el abecedario tiene 26 letras más! No te desanimes que ya llega el veranito.
¿Y TÚ QUÉ… procrastinas o no procrastinas?